En los últimos años, Colombia ha experimentado un inquietante aumento en la incidencia de casos de suicidio. Según el último boletín de Medicina Legal entre enero y julio del presente año se incrementó en un 15,73% la tasa de personas que perdieron la vida a causa del suicidio con respecto al mismo periodo en el 2022, pasando de 1.564 a 1.810 en este año.
El suicidio es un tema complejo y multifacético, y sus causas pueden variar de una persona a otra. Entre los factores asociados a este triste fenómeno, se incluyen la depresión, la ansiedad, el estrés, la soledad, la falta de apoyo emocional y las dificultades económicas. Asimismo, como lo menciona la Dra. Constanza Londoño Pérez, PhD y docente investigadora de la Universidad Cooperativa de Colombia, “hoy se vive una especie de desvinculación social directa e incremento de interacción social virtual momentánea e indirecta con otros que no constituyen una verdadera fuente de soporte social”.
Para Colombia, la tasa de mortalidad por suicidio y lesiones autoinfligidas ha mostrado en los últimos 10 años una tendencia aumento, y ha llegado a 4,7 suicidios por cada 100.000 habitantes, en especial en cabeceras urbanas.
Por ello, de acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección Social la labor preventiva debe incluir acciones dirigidas a optimizar la satisfacción de las necesidades básicas y personales, fomentar las habilidades de interacción social, habilidades de control y crecimiento emocional, disminución del consumo de alcohol y reducción del acceso a medios letales (armas, venenos, espacios nocivos. Todo complementado con la generación de atención integral preventiva y de emergencia, apertura de opciones de futuro de vida para los jóvenes, y verdaderas opciones de futuro y logro.
“Esto implica que se brinde una clara, oportuna y eficiente respuesta en términos de salud pública que implica el acceso fácil y rápido a consultas con psicólogos, psiquiatras y otros especialistas, el desarrollo oportuno a programas de prevención, al igual que acciones que promuevan razones para vivir a cada una de las personas y divulgar de forma amplia y eficiente los recursos disponibles para acceder cuando se está en crisis”, señala la docente de la U. Cooperativa de Colombia.
También las instituciones educativas y las empresas, entre otros, deben facilitar y promover el desarrollo de acciones de promoción como el incremento de habilidades para la vida, es decir, enseñar a vivir y afrontar situaciones complejas a todas y cada una de las personas que hacen parte de su comunidad. Esto centrado en fomentar la interacción social, la realización de actividades de recreación y descanso, el desarrollo de talleres centrados en aprender a ser y a vivir con otros.
A continuación, se brindan una serie de alertas y recomendaciones clave para que amigos y familiares apoyen a la persona(s) que podría estar lidiando con pensamientos o comportamientos suicidas:
- En caso que la persona tienda a hablar de forma frecuente y constante de la vergüenza, la culpa y la muerte, la carga que es para los otros, no lo deje solo, fomente el diálogo abierto en el que la persona se sienta cómoda compartiendo sus sentimientos y pensamientos.
- Ayúdele a buscar ayuda profesional, es fundamental que la persona afectada tenga acceso a profesionales de la salud mental y servicios de apoyo. Existe líneas gratuitas de escucha y orientación psicológica como el chat número 3007548933 de la Secretaría de Salud, las líneas 123 y 106.
- Mantenga un seguimiento constante, brindándole apoyo y mostrando interés en la persona a lo largo del tiempo, ya que la recuperación puede ser un proceso largo y desafiante, y es importante que se sienta respaldada incluso cuando parezca estar mejorando.
- Si nota que la persona tiende a tener un consumo excesivo de alcohol, drogas o un cambio repentino en los patrones de consumo, puede indicar que está tratando de lidiar con el dolor emocional de manera poco saludable.
- Tenga en cuenta que una persona que está pensando en el suicidio a menudo puede descuidar su apariencia y el autocuidado, mostrando signos de descuido extremo, pérdida de peso o cambios significativos en su higiene personal.
“Es importante resaltar que estas señales no siempre son evidentes, y no todas las personas que tienen pensamientos suicidas mostrarán todos estos signos, en caso que tenga alguna preocupación sobre alguien que podría estar en peligro, es crucial que hable con un profesional de salud mental o una línea de ayuda de prevención del suicidio para obtener orientación”, señala Londoño.
#UniversidadCooperativadeColombia #ComportamientosSuicidad #ApoyoSocioemocional #Suicidio