Comer en casa es una de las mejores formas de asegurarse de que su familia mantenga una alimentación saludable. Ya sea que planifique con anticipación o vaya al almacén para una compra rápida, aquí encontrará cinco consejos para asegurarse de acceder a opciones más saludables.
- Lea la información nutricional de los paquetes es una de las mejores herramientas para seleccionar alimentos nutritivos y comparar diferentes productos. Puede analizar factores tales como calorías y contenido de grasa, proteína y azúcar entre marcas, lo que le ayudará a tomar decisiones más inteligentes. Entender la etiqueta de los alimentos puede ser difícil. Investigar un poco los términos de la etiqueta de los alimentos puede ayudarlo a saber a qué estar atento.
- Reemplace con alimentos saludables, si opta por la versión con menor contenido de grasa de los alimentos que come habitualmente, como aderezos para ensaladas, untables, lácteos e inclusive postres, puede ahorrar muchas calorías. Una taza de leche entera tiene 150 calorías y casi 7 gramos de grasa; la leche descremada tiene 90 calorías y cero grasa.
Si cambia la carne picada común por pechuga de pavo picada, puede reducir casi 10 gramos de grasa y 100 calorías por porción de 3 onzas. Ingerirá menos calorías y mucha menos azúcar si compra yogur natural y le agrega frutas y endulzante en lugar de la variedad ya endulzada.
Incorpore más proteínas vegetales y reemplace almidones refinados por cereales integrales. Pruebe consumir arroz integral, pasta de trigo integral, pan y galletitas de trigo integral, cuscús de trigo integral, quínoa y avena en lugar de cereales para el desayuno con semolina.
- Elija alimentos de estación. Cuando se trata de frutas y verduras, por lo general son más frescos, a menudo conservan más nutrientes y son menos costosos que los productos que están fuera de temporada. Si tiene un mercado de productores cerca, es posible que las frutas y verduras sean más frescas que las de los supermercados, es decir, las verduras no se pudren tan rápido y los alimentos conservan su valor nutricional. También es más probable que encuentre nuevas variedades de frutas y verduras para probar. Y eso le ayudará con el próximo paso…
- Pruebe una nueva fruta o verdura una vez por semana. Si no está listo para incorporar un alimento totalmente nuevo, puede comenzar gradualmente con una variedad diferente o relacionada con un alimento conocido. Todas las frutas y verduras son únicas en términos de los fitonutrientes saludables que ofrecen; por eso la variedad es realmente importante para una buena salud.
Si siempre prepara la ensalada con lechuga iceberg, opte por lechuga romana o espinaca baby verde oscuro. Pruebe una nueva variedad de repollo o manzana, o cocine coliflor morada en lugar de la blanca habitual.
- Encuentre formas de incorporar más pescado a la dieta. El atún y el salmón enlatados se pescan en su medio natural, son buenas fuentes de omega 3 y también son prácticos y accesibles. Agregue atún enlatado a la salsa de la pasta en lugar de carne picada o incorpore salmón enlatado a la ensalada para un plato principal rápido, saludable y liviano.
Una vez que cuente con buenos ingredientes saludables en casa, puede convertir la elaboración del menú o la preparación de las comidas en un actividad familiar.