El Desarrollo Motor hace referencia a la forma como el bebé progresivamente integra los reflejos que le permitirán desarrollar su tono muscular, los sentidos, movimientos y motricidad fina. Este desarrollo va de la mano del proceso de mielinización de las vías nerviosas, hecho que de igual manera contribuye a la maduración cerebral. Así, el bebé progresivamente integra los reflejos que le ayudarán a tener un mejor desarrollo en su proceso de crecimiento.
Según la doctora Bibiana Martínez, fisioterapeuta adscrita a Colsanitas, “Este desarrollo ocurre por etapas en las que se espera que el niño tenga y logre determinadas acciones motoras en ese tiempo. No hay que alarmarse sí este proceso se corre unas semanas, pues hay distintos factores que influyen en su desarrollo”.
Entre los seis y doce meses de vida, se notarán los avances del desarrollo motor del bebé. Dentro de ellos están el control de los movimientos, el inicio del gateo y el desarrollo de la motricidad fina en sus manos. A continuación, se detallan los comportamientos que se deben tener en cuenta durante el proceso de desarrollo motor de los bebés.
- De los seis a los nueve meses: esta es la etapa anterior al gateo y es cuando los bebés deben permanecer más tiempo en el piso ya que es dónde ellos pueden girar su cuerpo y rolar tanto boca abajo como boca arriba.
Para esta edad, el bebé imita la posición y movimientos de una foca. Empezará a mover la cabeza y los pies en direcciones distintas, y se arrastrará hacia atrás. Así, sobre los siete meses, podrá mantenerse sentado sin apoyo, se tirará boca abajo cuando está sentado y regresará a la posición inicial. Estos movimientos le permiten al bebé alcanzar objetos y pasárselos de una mano a la otra.
Sobre los ocho meses ya tiene reacciones de equilibrio o reflejo de paracaídas cuando está sentado, por ejemplo, si pierde el equilibrio saca sus manos para contenerse y apoyarse.
- Cubrir superficies y asegurar los muebles: lo ideal es que después de las comidas, el bebé repose y luego esté en el piso, ya que es una superficie firme para probar movimientos y estimular sus habilidades motrices. Es importante fijar y asegurar los muebles a la pared; cubrir las esquinas de mesas bajas; poner un tapete de espuma firme o una colchoneta delgada; y vigilar sus movimientos.
- Producción de sonidos: entre el sexto y el noveno mes, el bebé gritará silabas sin sentido solo por repetir y pareciera que tiene conversaciones con sus padres o cuidadores, pero no dice nada con sentido. Después del noveno mes el bebé dirá silabas con sentido y algunas palabras como “mamá” y “papá” o las terminaciones de otras de palabras, por ejemplo, a la galleta le dirá “eta” y al jugo, “ugo”.
- De los nueve a los doce meses: en esta etapa, el bebé pasa de estar sentado a ponerse en la clásica posición de cuatro patas y a balancearse de adelante hacia atrás. Empezará las primeras maniobras para el gateo en las que puede dar dos pasos hacia adelante y luego se tira boca abajo. Así, buscará los puntos de apoyo y realizará los giros que le resulten más cómodos para sus desplazamientos.
A los nueve meses empezará a jugar a tirar cosas desde su silla del comedor, y, cada vez que se las recojan, lo volverá hacer.
- La importancia de gatear: es ideal que un bebé gatee por dos meses y que como padres no lo apresuren a caminar hasta que no lo pueda hacer por sí mismo; cada etapa es necesaria y puede que algunos les tomen unas semanas más que a otros.
Si no vive plenamente su etapa del gateo, se afecta la capacidad de desarrollar la visión en tercera dimensión y las reacciones de defensa. El gateo es la traducción de conectar un hemisferio cerebral con otro, así como de medir espacios para calcular cómo puede pasar por un lugar y llegar a otros.
La mejor forma de estimular a un bebé para gatear es ponerlo boca arriba y boca abajo en el piso con ropa cómoda y sin zapatos de suela dura que puedan limitar sus movimientos.
Así, sobre los diez meses gatearán más rápido y, agarrándose los muebles, comenzarán sus primeras maniobras para pararse y empezar la marcha. Pero solo hasta el primer año podrá estar caminando de lado. También empujará las sillas hacia adelante, que son maniobras preparatorias a la marcha independiente, que llega sobre los 15 meses.