El agotamiento laboral o burnout (quemado), es un síndrome que empiezan a sufrir las personas en las organizaciones cuando se sienten agotadas. Se produce principalmente por el estrés persistente en las laborales cotidianas, y genera agotamiento físico, emocional y mental, afectando el estilo de vida de los empleados.
Este síndrome es paulatino, iniciando en sus primeras etapas con dolores de espalda y cuello, pérdida de operatividad, desconcentración, irritabilidad, falta de motivación y enfoque y retraso en las tareas básicas; llegando a altos niveles de ausentismo, cambio de hábitos de alimentación, y consumo o abuso de alcohol y sustancias adictivas. El síndrome de agotamiento, puede llegar a generar depresiones severas causando renuncias y pérdida de talento. Carlos Hernández, experto en antropología social y coach en emprendimiento y liderazgo, entrega algunos consejos:
Carlos Hernández
- Limita el contacto con personas de actitud negativa:es importante reconocer los círculos sociales con los que te conectas dentro de la organización, ya que hay personas que están acostumbradas a tener pensamientos negativos, que viven en patrones de queja constante, viendo la deficiencia en todos los procesos. Para las personas con altos niveles de estrés, la pertenencia a estos círculos, puede generar que rápidamente pierdan su productividad y objetivos, cerrándose y perdiendo posibilidades que les pueden acompañar, y ayudar a optimizar su trabajo.
- Duerme adecuadamente:el descanso al dormir es una parte vital para que el cuerpo, la mente y las emociones se regulen. Aunque hay diferentes abordajes, mi recomendación es tener 6 horas reales de sueño, lo que, en la práctica, quiere decir que por lo menos 30 minutos antes de dormir se deben desconectar del trabajo o responsabilidades rutinarias del día, lo que incluye limitar y ojalá evitar el uso de herramientas que puedan afectar el sistema nervioso y la mente (computadores, celulares, televisores) y también tomarse 30 minutos después de despertar para iniciar suavemente el día, que se pueden usar para arreglarse y preparase para la jornada que inicia con calma.
- Socializa:El sentirse solo en el día a día, hace que los espacios de trabajo se hagan mas pequeños, y las horas dedicadas a las labores, más largas. Generalmente pasamos más tiempo en un espacio laboral que en el hogar, por lo cuál es necesario generar un espacio y relaciones que permitan una adecuada convivencia, lo que no necesariamente indica que se deban generar lazos estrechos de amistad, pero definitivamente ayuda bastante tener alguien con quien compartir un momento de pausa, los espacios de alimentación, y con quién compartir inquietudes y sucesos básicos del día a día.
- Encuentra tu propósito: una declaración que realizo en las organizaciones es que se debe encontrar la motivación fundamental en cada uno, y entregarse apasionadamente a ella. Encontrar el propósito, es encontrar el sentido en las labores que estamos realizando, el por qué lo hacemos, reconocer cuál es el objetivo, cómo hacerlo me puede ayudar en mi crecimiento personal, o cómo le ayuda a mis planes futuros como profesional. Encontrar y recordar el propósito, permite que, si se ha perdido u olvidado la razón principal del por qué del trabajo, se pueda recuperar la energía y enfocarse en ella.
- Encuentra un equilibrio: El agotamiento laboral se genera por lo procesos de estrés sostenido que podemos tener en el día a día en el trabajo; por lo que es muy importante buscar equilibrar el estrés diario con actividades que permitan oxigenar la presión laboral. Las actividades físicas tanto grupales como individuales permiten que el cuerpo, la mente y las emociones se liberen. El pasar tiempo en familia, disfrutando de estos espacios, es también de gran ayuda.
- Desarrolla un plan de trabajo que incluya momentos de pausa:Al iniciar la jornada laboral, es recomendable definir las acciones clave que se deben realizar en el día (aquellas imprescindibles). En esta definición es importante incluir 3 o 4 momentos (diferentes al espacio de almuerzo), que permitan desconectarte de la labor, respirar y retomar la energía para las labores rutinarias. En estos espacios, no estás enfocado en el trabajo ni revisando otras labores. Estás descansando.
- Pide apoyo y delega:Aunque se realicen normalmente labores individuales en los equipos de trabajo, es necesario reconocer cuáles son las labores que realmente dependen de mi función, cómo o de quién me puedo apoyar para facilitarlas, y cuáles de ellas se pueden delegar a un tercero, de tal forma que yo me pueda enfocar en lo realmente importante y relevante en mi rol. Muchos líderes de las organizaciones, actualmente sufren del síndrome de agotamiento, debido a que por acciones de micro gerencia, se hacen cargo de tareas que podrían delegar y obstaculizan sus funciones estratégicas, lo que los lleva a caer rápidamente en el síndrome.
- Pide claridad en las labores asignadas: tener información no es saber. El hecho de que te comuniquen o te hayan entregado un plan de trabajo, no garantiza que se haya comprendido realmente lo que se espera de ti. Es por esto que es necesario que tanto líderes como liderados, aclaren cualquier inquietud que se tenga sobre la labor asignada con el fin de que se minimice cualquier reproceso o confusión que se puede llegar a tener.
- Pon limites: Es importante aprender a decir no y en este espacio no se trata de decir no definitivo, sino de comprender cuales son los límites de las labores que puedo realizar y los tiempos en las que puedo realizarlas adecuadamente. Si se asigna una tarea a una persona, seguramente es por qué es importante. Pero depende de la persona las fechas de compromisos que realiza para el cumplimiento de estas. El cuerpo humano no puede dar más del 100%, así que si te comprometes a dar más de tu 100% a lo mejor caerás rápidamente en el síndrome de agotamiento.
- Pide retroalimentación: es responsabilidad de las organizaciones y de sus empleados, generar espacios de retroalimentación. Estos espacios no se deberían dar en espacios superiores a 15 o 30 días como máximo, ya que la retroalimentación permite identificar inquietudes y aclarar en el empleado y en el empleador, expectativas y dudas que se puedan generar por las funciones o por el exceso de carga laboral del día a día.
*Muchas organizaciones me han expresado sus inquietudes por la cantidad de tiempo que pueden invertir en retroalimentaciones quincenales o mensuales. Es importante comparar este tiempo con el que se invierte cuando se identifica un proceso que se esté realizando de forma inadecuada y ha afectado la cadena productiva de la organización.
Un espacio de retroalimentación puede tomar 5 minutos y es algo que sobre todo las nuevas generaciones exigen ya que son más sensibles a caer y tomar acciones cuando sienten que sufren el síndrome de agotamiento (burn out).