De acuerdo al pronunciamiento de La Organización Mundial de la Salud OMS en el cual recomienda el uso masivo de tapabocas para combatir la propagación del covid-19, el Gobierno Nacional y su Ministerio de salud, en concordancia con la nueva fase de mitigación por la que atraviesa el país, informa a la población general el uso de tapabocas convencional obligatorio, sin embargo, es importante saber cuál elegir y cómo estar seguros de que efectivamente servirá.
Los desechables: filtran entre el 80 y 90% de las micropartículas que circulan, se pueden usar una vez y duran de 2 a 4 horas. Se aconseja lavar las manos antes de ponerlos y al desecharlos. Deben quedar cubriendo la nariz y la boca incluyendo el mentón, cubriendo todo el espacio de contacto con mucosas.
N95 y Sucedáneas: son las más escasas y las más eficaces. En Colombia son de uso exclusivo para los trabajadores de la salud, pues filtran hasta el 95% de las partículas de un tamaño de hasta 0.03 micrones, duran entre 6 a 8 horas.
Escudo facial: es una barrera protectora fácil de limpiar, no desechable y de mayor durabilidad. Por lo tanto, es reutilizable y amigable con el medio ambiente. De acuerdo con Claudia Parcerisas CEO de Krockis, una empresa que fabrica elementos de protección y seguridad para los trabajadores, avalada por la Andi y la Onu- PNUD, sostenie que “las caretas o escudos faciales, idealmente cerradas en la parte superior e inferior son un buen mecanismo para evitar que las gotas de saliva o las goticulas (saliva suspendida) lleguen a tener contacto con alguna de las zonas de mucosas. Adicionalmente, los escudos faciales son una protección para evitar el contacto propio de las manos con la cara, teniendo en cuenta que tocamos superficies que pueden estar contaminadas todo el tiempo”.
Las divisiones de trabajo individual: son escudos de protección para mantener el distanciamiento social de una forma más cómoda al momento de trabajar, burbujas “Bubble”, según Claudia Parcerisas, creadas para zonas de oficina, co-working, bibliotecas, cafeterías y zonas de trabajo de alto tráfico, facilitan el aislamiento social individual sin tener que cambiar la arquitectura de las oficinas o dañar el mobiliario existente.
“La solución de las Bubble es económica y versátil para espacios de trabajo, zonas de comida o áreas de alto tráfico que permiten que las personas puedan interactuar de manera segura. Se trata de una solución del futuro, que sin duda facilita las reuniones y el trabajo colaborativo” agregó la CEO de Krockis.