Hemos invitado a la experta en cuidado y diseño de cejas Catalina Jaramillo, quien nos hace un recuento de cómo ha sido la evolución de las cejas durante los tiempos.
Desde la antigüedad las cejas han sido el marco de la cara y cada década se ha caracterizado por tener su propio estilo y diseño, esto ha variado según las tendencias de la moda, los hechos sociales y económicos que se han reflejado a través de la historia.
En el antiguo Egipto en el año 3.500 a.c. los hombres y las mujeres se caracterizaban por tener cejas gruesas y marcadas con oxido negro, simbolizando un poder protector para sus ojos. En la antigua Roma y Grecia, mujeres solteras dibujaban una falsa uniceja para predominar ya que era un signo de inteligencia. En Japón y China las mujeres comenzaron a afeitarse las cejas para facilitar la aplicación de Oshiroi, una base en polvo blanca, para después dibujarlas con un pigmento negro azulado hecho de sauce carbonizado.
En la época Isabelina, por el año 1.559 d.c las cejas elevadas eran la tendencia, cuanto más pronunciadas, más alta era la clase social. Para el siglo XVIII, las cejas oscuras y tupidas se volvieron más deseadas, pero ante la excesiva depilación y el uso de cosméticos tóxicos provocaron la caída del vello, tuvieron que realizarlas de manera artificial.
Desde 1920 oficialmente se convirtió en algo que determinaría cada rasgo del ser humano y desde entonces hemos visto desde cejas muy delgadas, largas, hechas de pelo de ratón, totalmente rasuradas, tupidas, marcadas, arqueadas, HD, orgánicas, delgadas, rectas y al natural.
A principios del siglo pasado en octubre de 1920 se comenzaron a imitar las prácticas de la época isabelina en las primeras películas que se rodaron en Hollywood. Allí las protagonistas del cine impusieron la tendencia de llevarlas ultrafinas, estrechas, largas y con diferentes curvaturas hasta llegar casi a afeitarse por completo.
Entre 1940 y 1950, la segunda guerra mundial afectó económicamente al mundo y hasta la forma en que se llevaban las cejas, pues las mujeres eran necesarias para el trabajo, mientras, los hombres estaban en guerra, por lo tanto, tenían menos tiempo para arreglarse. Por esta razón predominaban las cejas al natural, bastante gruesas y gradualmente más delgadas en la cola. A medida que avanzó el tiempo y la guerra disminuyó, llegó la edad de oro de Hollywood y el cuidado de las cejas se volvió más importante. En esta época la tendencia la impusieron mujeres icónicas como, Marilyn Monroe o Grace Kelly, que consiguieron una mirada más sexy acortando un poco más su forma, Al mismo tiempo, la artista mexicana Frida Kahlo marcó la diferencia con su uniceja gruesa.
Para 1970 y años 80, la influencia del movimiento hippie que rechazaba el maquillaje por completo, género la tendencia de unas cejas más gruesas en la parte delantera, naturales y bastante pobladas. Audrey Hepburn fue la pionera en lucir sus cejas bastante más gruesas.
En la década de los 90 regresa la moda de una ceja super delgada y redondeada.Las mujeres comenzaron a depilarse en exceso y a dibujarlas con un arco suave y líneas finas.
Entrando al siglo XXI la gente trató de volver a dejar crecer sus cejas, lo que permitió que se vean más esculpidas y frondosas, el mejor ejemplo es la modelo Cara Delevigne quien marcó tendencia con sus cejas gruesas y su forma definida.
Para el 2018 se dio la tendencia de lo que se conoce mejor como » la ceja de Instagram» o «ceja HD», esta surgió con las tendencias de técnicas de maquillaje brasileño, donde la ceja debía ser perfectamente diseñada.
En la actualidad vuelven a liderar las cejas con aspecto natural, marcadas y anchas, pero esta vez peinadas hacia arriba, estas cejas son más conocidas como cejas orgánicas o efecto laminado, A esta mezcla se le suma unas cejas con un tono más oscuro aún teniendo un tono de cabello claro.
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