El parapente es un deporte que consiste en deslizarse por el aire en un planeador totalmente flexible, aprovechando las corrientes de aire ascendentes para recorrer largas, medianas o cortas distancias.
Para practicarlo, se necesita un equipo adecuado, un paracaídas de emergencia y un piloto experimentado que sepa cómo despegar y aterrizar desde una montaña o una plataforma elevada.
Así lo explica Juan Carlos Ríos Pulgarín, un instructor de parapente certificado que trabaja en Nube Extrema, una empresa que ofrece vuelos en parapente en el bello municipio de Jericó Suroeste antioqueño. Según él, volar en parapente es una actividad segura, siempre y cuando se sigan las normas y se respeten las condiciones climáticas.
«El parapente es más seguro de lo que la gente piensa y como la aviación que está comprobado científicamente, es mucho más seguro inclusive que ir en tren o que movilizarse en carro», afirma Ríos Pulgarín, quien lleva más de 20 años practicando este entretenido deporte.
Un vuelo seguro: Ríos Pulgarín asegura que el parapente tiene varios elementos de seguridad que garantizan un vuelo tranquilo y sin riesgos. El primero es la experiencia del piloto, que debe saber cómo manejar el planeador, cómo reaccionar ante cualquier imprevisto y cómo comunicarse con la oficina y con otros pilotos mediante un radio de dos bandas.
El segundo es el equipo, que debe estar en buen estado y revisado periódicamente. El planeador debe tener una forma adecuada para el peso y la altura del pasajero, y los arneses deben estar bien ajustados y cómodos. Además, el piloto y el pasajero deben llevar un casco, unos zapatos de amarrar y de modo opcional, gafas deportivas y guantes.
El tercero es el paracaídas de emergencia, que se puede abrir a partir de 30 metros de altura en caso de que haya algún problema con el planeador. Ríos Pulgarín explica que el paracaídas es para ambos, y que entre más alto se esté, más seguro se está, ya que se tiene más tiempo para reaccionar y aterrizar.
El cuarto es el despegue y el aterrizaje, que deben hacerse en un lugar amplio, con buen viento y sin obstáculos. Ríos Pulgarín afirma que el pasajero no tiene que hacer nada, sólo seguir las indicaciones del piloto, levantar los pies y disfrutar de los paisajes únicos y majestuosos que le ofrece el parapente Nube Extrema en Jericó, no en vano el experto piloto ha acuñado la frase: “Desde nuestros parapentes la cordillera de Los Andes se ve mejor”.
«El aterrizaje es igual que el despegue, aterrizamos literal como un avión, sin ningún inconveniente», asegura.
Para volar en parapente, este piloto recomienda no estar ebrio, no consumir mucho alimento antes de viajar, protegerse del sol, llevar una camisa larga y un pantalón, y sobre todo, tener ganas de vivir una experiencia única y liberadora.
«El parapente es una actividad que yo la considero una catarsis y que la gente lo desconoce. La invitación es que vengan a un lugar seguro y con profesionales todos certificados como Nube Extrema, hay un paisaje realmente muy hermoso, que conozcan el lugar, que se acerquen y pregunten, porque a veces la gente desconoce realmente lo que es el parapente. Cuando uno ya los tiene acá y les puede mostrar un simulador, o les puede mostrar cómo lo hacemos y que lo hacemos a diario, le podemos demostrar que realmente es muy seguro y que le aporta mucho a la vida», concluye Ríos Pulgarín.
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