Tratamientos de fertilidad: otra esperanza para los pacientes con cáncer. Es importante que las personas sepan que hoy en día los tratamientos de fertilidad no son experimentales y son muy efectivos; además, son mucho más accesibles que antes y para pacientes con cáncer pueden representar la posibilidad de cumplir su sueño de ser padres en el futuro.
Algunas mujeres han llegado al consultorio del ginecólogo y obstetra Carlos López, en la sede de Inser en Pereira, con el deseo de convertirse en madres luego de sobrevivir a un tratamiento contra algún tipo de cáncer. “Es lamentable porque nunca les dijeron que esos procesos podrían afectar su fertilidad, y cuando quieren tener hijos se encuentran con la realidad”, cuenta el doctor López.
La realidad a la que se refiere, la infertilidad, afecta a hombres y mujeres, pero cuando las personas padecen cáncer, la infertilidad puede resultar de uno o varios factores: la enfermedad misma, la quimioterapia, la radiación, algunas cirugías, la terapia hormonal e incluso la predisposición genética de las personas.
¿Qué opciones tienen los pacientes que van a someterse a esos tratamientos?
CL: Es importante que conozcan los riesgos de los tratamientos para que tomen decisiones acertadas. Si quieren tener hijos -así sea en un futuro lejano- requieren óvulos y espermatozoides sanos. Lo que podemos hacer en los centros de reproducción es preservar la fertilidad de los pacientes antes de que se sometan a los tratamientos oncológicos. Esto lo hacemos por medio de la congelación de gametos. Quedarán sin óvulos o espermatozoides, pero los tendrán disponibles en el futuro.
¿Cómo es el proceso?
CL: Todas las parejas o personas que congelan gametos (óvulos y espermatozoides) pasan por valoración psicológica, pero lo más importante es la valoración con ellos: explicamos las posibilidades reales de acuerdo con lo que quieren en el momento. Es diferente preservar la fertilidad de una mujer de 25 años que, de una de 40, porque ella tiene menos óvulos, y la cantidad puede no ofrecer opciones reales de embarazarse.
Por otra parte, puede que la cantidad de gametos se haya reducido por la misma enfermedad de base y se encuentran menos. En esos casos podemos hacer varias estimulaciones para extraer los óvulos, por ejemplo. Cada caso es especial y requiere asesoría para revisar si se justifica o no el proceso.
¿Cómo es la experiencia emocional?
CL: Todos los pacientes están muy afectados porque luchan contra un diagnóstico que muchos asocian con la muerte; aunque ahora hasta 40-50% de quienes son diagnosticados con cáncer pueden curarse, algo que antes era menos probable. Eso también depende del cáncer, de la ubicación, de lo avanzado, de la edad, y de muchos otros factores. Pero sumado a eso, la angustia adicional que les genera saber si van a poder ser madres o padres significa una carga emocional importante.
Cuando hacemos consultas tratamos de ser muy cuidadosos y afectuosos, mostrándoles que luego de tratamiento tendrán la posibilidad de ser padres.
Luego de pasar por un tratamiento ¿cuándo pueden convertirse en padres?
CL: Para determinar eso es necesario un equipo multidisciplinar. Nosotros trabajamos con biólogos especializados en fertilidad, con ginecólogos, con sicólogos y, lo más importante en este caso, con oncólogos. Ellos definen estado de paciente, si está en etapa de remisión o de cura, así como los posibles riesgos que puede presentar, y juntos evaluamos si es el momento adecuado.
¿Cuál es el proceso?
CL: Depende de si preservaron sus óvulos o espermatozoides. Si congelan óvulos entonces realizamos un proceso de fertilización in vitro: los descongelamos con técnicas especiales, utilizamos semen del banco o de la pareja, y los inyectamos en el óvulo, para que se dé proceso de fecundación en laboratorio. Luego, seguimos los embriones durante 5 días y, de acuerdo con una evaluación biológica, transferimos 1 o 2 de los obtenidos. Los excedentes se congelan y pueden servir para otras transferencias en el futuro.